El uso de los teléfonos móviles en multitud de centros educativos es un tema de lo más complejo. Es una realidad que, especialmente los adolescentes, tienden a su uso para permanecer activos en redes sociales o mantener conversaciones, pero es una realidad que esto puede dificultar el aprendizaje en muchas ocasiones.
Tanto es así que tanto la Xunta de Galicia como la Junta de la Región de Murcia han tomado medidas drásticas: a partir del próximo lunes 8 de enero, coincidiendo con la vuelta a las clases de multitud de colegios y centros educativos, estará prohibido el uso de teléfonos móviles y de otros dispositivos de comunicación similares.
La prohibición afectará a los estudiantes de primaria, secundaria y bachillerato en Galicia, mientras que en la Región de Murcia también se extiende a los estudiantes de Formación Profesional (FP). En ambos casos se deja a elección para las escuelas de idiomas, conservatorios y otros centros especiales de educación, que podrán regular su uso según sus intereses particulares.
Dicha nueva normativa no impide llevar igualmente el móvil, pero si tenerlo encendido y utilizarlo durante toda la jornada lectiva. Esto se traduce en que no se podrá usar el smartphone ni en clase ni en posibles descansos como recreos o en el comedor. También se extiende a actividades extraescolares y excursiones, entre otros.
De igual forma, tanto la Xunta de Galicia como la Junta de la Región de Murcia contemplan excepciones en las que el teléfono móvil podrá ser utilizado por el alumnado: una de ellas es para hacer un uso pedagógico, que debe ser siempre aprobado por el centro educativo o el profesor, y otra es con algún tipo de justificación, como por ejemplo por causas médicas.
En cualquier caso, ambas medidas son de obligado cumplimiento por todo el alumnado de ambas comunidades, con sanciones en caso de no aceptar la medida. Mientras tanto, falta por ver si la medida se extiende a más comunidades o a nivel nacional.